Si echo la vista atrás me parece que han pasado, no 15, sino 15.000 años ya desde aquel día.... De hecho, no recuerdo nuestra vida antes de ti.
Pero otras veces, me parece que fue ayer cuando te pusieron encima de mi pecho en el hospital... Todavía me parece oír al ginecólogo pidiendo ayuda porque nos habían dejado solos y se habían ido a atender a otro bebé. Va a tardar un poco aún, dijeron. Pero tú tenías prisa por salir y no quisiste esperar a que volvieran.... Y así apareciste en nuestras vidas, así llegaste a nosotros.... y ya, todo cambió, Nuestra Princesa había llegado.
Y aunque esta etapa está siendo un poco revuelta y muchas veces tengamos que estar enfadadas, quiero decirte que te queremos con locura y que eres una de las dos cosas más importantes que me ha dado la vida.
Algún día no muy lejano, ya verás como todo volverá a su sitio y nos reiremos de esta etapa tomándonos un café juntas.
Porque, hija, yo siempre seré tu apoyo pero estoy segura de que tú siempre serás el mío.
¡¡¡¡FELICIDADES, MI VIDA!!!!