Experimento en la cocina

HELADO DE FRESAS Y CHOCOLATE BLANCO


Después de varios días con problemas en los blogs y desaparición de entradas por problemas en Blogger, he conseguido publicar algo.
Ayer ya podía hacerlo pero he esperado a hoy para publicar mi aportación de este mes a La receta del 15, una estupenda iniciativa que llevan a cabo cada mes Els fogons de la bordeta y Xocolata desfeta, si no los conocéis, pasaos por allí y os encantarán sus blogs.
Estaba dudando si publicar esta receta u otra que tenía hecha hace tiempo, ya que el tema de este mes eran "las fresas" y al estar en plena temporada tenía varias hechas, pero se lo prometí a Maika, ya sabéis, mi compañera de trabajo, la de la madre que nos deleitó con esa receta tan estupenda de los Champiñones rellenos que podéis ver aquí, así que aquí está también mi aportación para que pueda utilizar el exceso de queso de untar con el que se ha encontrado.

Ingredientes:
400 gr. queso untar
400 ml. nata líquida
4 cdas. azúcar glass
350 gr. fresas
4 cdas. azúcar blanco
Chocolate blanco troceado


Elaboración:
Lavar bien las fresas y ponerlas en un bol troceadas a fuego lento con el azúcar blanco. Dejar hasta que se haga una especie de mermelada y las fresas estén prácticamente en puré.
Retirar del fuego y batir con la batidora. Colar muy bien el líquido resultante hasta que no quede ningún granito y dejar enfriar.
Monta la nata con el azúcar glass y luego añadir el queso mezclando muy bien para que se integren.
Seguidamente añadir el líquido que hemos obtenido de las fresas y los trocitos de chocolate blanco y mezclar todo bien.
Poner en un recipiente, si es metálico mejor, y meter al congelador mínimo 2h.
Durante esas 2h. y para que no se cristalice y quede cremoso, debemos sacarlo cada 1/2 h. más o menos, batirlo muy bien con una varilla y volverlo a meter en el congelador.
Y.......... este es el resultado.

El chocolate blanco que le hemos puesto le da un toque crujiente delicioso y si lo adornáis con virutas de chocolate blanco y pistachos troceados, el resultado es espectacular.
Podéis cambiar los sabores por otras frutas, quesos distintos, chocolate.... lo que se os ocurra pero, os aseguro, que queda un helado cremoso, buenísimo y fácil de hacer.
Besos